Hacia un transporte marítimo más sostenible

La descarbonización del transporte en el marco de los acuerdos internacionales acelera la necesidad de tomar medidas hacia un transporte marítimo más sostenible.

El transporte marítimo es responsable de un 3% de las emisiones mundiales de CO2. Las embarcaciones consumen una gran cantidad de combustible, pero aún no se han trazado incentivos claros para mejorar su eficiencia.

Por su parte, los puertos están incorporando innovaciones, desde sistemas de energía eléctrica más eficientes para suministrar de electricidad a los buques, hasta el diseño de infraestructura y el uso de materiales que permitan integrar mejor el entorno puerto-ciudad, minimizando el impacto y contribuyendo a reducir las emisiones.

La Organización Marítima Internacional (IMO, según las siglas en inglés), organismo especializado de las Naciones Unidas a cargo de la protección y seguridad de la navegación, ha adoptado una estrategia inicial para prevenir la contaminación del mar.

Entre las principales medidas propuestas en la estrategia, se encuentra la reducción de gases de efecto invernadero producto del transporte marítimo internacional, cuya meta es reducirlos al 50% para el 2050 (tomando en consideración los niveles de 2008).

Algunas de las medidas propuestas por la IMO para contribuir desde el sector a la desaceleración del cambio climático son:

  • Plan de gestión energética, que consiste en aplicar mejores prácticas para el funcionamiento más eficiente en cuanto al consumo de combustible de los buques.
  • Impulsar sistemas de propulsión y proyectos de hélice, también para reducir el consumo de combustible.
  • Reducir la velocidad de los buques, de acuerdo con la proposición de que, disminuyendo un 10% la velocidad se reducen entre un 20% y un 30% el promedio de emisiones.

Las mejoras en el diseño de las naves (más aerodinámicas) y la incorporación de combustibles con menos emisión de CO2 (como el gas natural) están también entre las medidas propuestas a mediano plazo.

Actualmente, las preocupaciones se concentran en los barcos que utilizan fueloil, por la alta concentración de emisiones de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno, carbono negro y otros gases de efecto invernadero.

Transparencia y áreas de control de emisiones

Las áreas de control de emisiones son espacios que se convierten en una zona de atmósfera más limpia, donde se imponen requisitos más estrictos para la emisión de gases de efecto invernadero.

En ese contexto, la Comisión Europea ha propuesto impulsar la publicación de las emisiones de los buques que atracan en los puertos. La idea subyacente es animar a las navieras a comprometerse en la reducción efectiva de las emisiones.

Sin embargo, también se apoya en las presiones de la industria por armonizar los sistemas de monitorización, publicación y verificación, en pos de exigir a los buques registrados en terceros países que informen sus emisiones.

Contar con todos los datos respecto a las emisiones producidas por embarcaciones y puertos, permitirá conocer el potencial real de reducción a corto, mediano y largo plazo, así como las acciones que permitan acelerar la transición hacia un transporte marítimo más sostenible.

Por su parte, para exportadores e importadores, esta es información de gran relevancia a la hora de seleccionar cuáles son las formas más eficientes y ambientalmente responsables para realizar sus operaciones.

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