Transporte aéreo o marítimo: ¿Cuál elegir en cada caso?

Cuando hablamos de transportes internacionales, los métodos que más se utilizan son el aéreo y el marítimo (aparte del terrestre). Saber cuál utilizar va a depender en mayor o menor medida de la empresa de logística que contrate, el tipo de carga, su duración y los costes asociados.

Diferencias entre transporte aéreo y marítimo

Las compañías de logística conocen bien las ventajas y desventajas que presentan las distintas formas relacionadas con el envío de mercancía. En este sentido, para nadie es un secreto que la vía aérea siempre será más cara y que la vía marítima resulta la más barata.

Transporte marítimo

Resumir los beneficios de esta clase de traslado resulta bastante sencillo. En primer lugar, le permite llevar muchas clases de carga, diversos paquetes o contenedores y no hay que preocuparse por el volumen o el peso. Además, puede enviar productos sólidos, líquidos o gaseosos, a granel…

A diferencia del sistema aéreo, tiene la posibilidad de transportar materiales peligrosos. Sus inconvenientes están relacionados con la rapidez de entrega, tiende a ser un poco más contaminante y con frecuencia va a necesitar un segundo medio de transporte para movilizar la mercancía.

Transporte aéreo

Este tipo de traslado presenta una gran versatilidad en términos de los aviones adaptados a las distintas mercancías. Además, se caracteriza por ser un método bastante seguro en cuanto a accidentes y obviamente es mucho más rápido, lo que le posibilita abarcar todos los mercados disponibles.

Sin embargo, por ser el método más costoso por kilogramo, eso tiene muchas implicaciones a la hora de relacionar costes y obtener ganancias. Otro aspecto desfavorable es la capacidad real de carga, que no solo es más limitada, sino que resulta igual enviar 10 metros cúbicos o una tonelada.

Resumiendo, la vía marítima es más conveniente para grandes cantidades de mercancía, ya sea a granel, peligrosa o de gran tamaño. Por otra parte, la vía aérea es preferible para ofrecer más inmediatez, mayor seguridad, acarreo de valores (piedras preciosas, joyas, etc), artículos pequeños o una carga más reducida y aquellos productos que caducan muy rápido.