¿Cuáles son los riesgos más importantes en el transporte marítimo?

Dentro de estos riesgos, podemos encontrar riesgos para la mercancía a lo largo del trayecto y  riesgos personales que pueden tener los profesionales y que pueden ocasionar accidentes importantes para su integridad física. Como norma general para evitar este tipo de riesgos se debe revisar tanto la mercancía como el contenedor y contar con la colaboración de empresas especializadas que tengan amplia experiencia en el sector, ya que muchos de estos riesgos, son evitables y se sufren por actuar de manera negligente.

Temperatura

En el caso de transportar mercancías perecederas, las temperaturas que suelen conservar el producto son extremas. Es importante saber en todo momento cuál es el nivel de temperatura óptimo para cada producto o mercancía.

En el caso de productos perecederos como verdura, carne o pescado, debemos asegurarnos de que la temperatura sea la correcta para impedir que en el trayecto el producto pueda deteriorarse.

La humedad es otro de los peligros que puede echar a perder el producto y es por ello por lo que se usan contenedores especializados que poseen una tecnología capaz de revisar la temperatura y escoger la ideal para cada tipo de mercancía.

Envíos con retraso

La importancia de hacer llegar la mercancía en la fecha fijada no solo radica en la responsabilidad que tiene el transportista de cumplir con los plazos.

El retraso en la fecha puede suponer una pérdida de confianza en el proveedor y además puede hacer que el producto, que pese a estar conservado en buenas condiciones, llegue a su pinto de destino de manera precaria.

Uno de los factores que puede hacer que un envío se retrase son las inclemencias atmosféricas. Por ello, se recomienda cerciorarse de las condiciones climáticas que van a tener lugar en el espacio de tiempo y el lugar por donde la mercancía deba transitar.

Humectación de mercancía

En el transporte marítimo existe el riesgo de que la mercancía se moje y quede inutilizada. En la mayoría de ocasiones este hecho se debe a un mal cierre del contenedor, un almacenamiento incorrecto o ciertos problemas que pueden surgir en la carga y descarga del producto.

La responsabilidad de este tipo de sucesos suele recaer en la compañía que transporta la mercancía, por lo que es vital asegurarse de que los contenedores y la mercancía van a ser transportados según la normativa y las condiciones apropiadas.

Contaminación

Uno de los problemas más graves que puede surgir en el transporte marítimo es el riesgo de contaminación. Para evitarlo, es importante asegurarse de que el contenedor, este bien almacenado y distribuido evitando en todo momento interacciones con otro tipo de mercancías que puedan dañarlo.

Si un producto queda contaminado no podrá usarse lo que causara no solo la pérdida de confianza con el cliente sino también la pérdida económica que supone.

Accidentes

Para evitar el riesgo de que uno de los profesionales encargados en transportar la mercancía pueda sufrir un accidente debemos asegurarnos de que todos y cada uno de ellos estén al tanto de la normativa de seguridad actual.

Para ello es importante realizar formaciones de manera rutinaria con el objetivo de aprender nuevos hábitos o de reciclar conocimientos que se aprendieron hace tiempo.

Averías

En el caso de una avería grave quedan incluidos los gastos o daños que se provocan de manera intencional con el fin de cuidar la integridad del navío. Es el caso de las averías provocadas cuando se debe verter la mercancía al mar con el fin de evitar un hundimiento o volcamiento así como prevenir daños en el buque en caso de incidencia.

Robo

Nadie está a salvo de un robo, ni siquiera en el transporte marítimo. De ahí la importancia de contar con un buen seguro que nos proteja ante los robos y cubre el importe total o parcial de la mercancía.

Manchas

En el caso de productos perecederos como frutas u hortalizas existe el riesgo de que los aceites usados para el mantenimiento del navío entren en contacto con la mercancía y la echen a perder. Para ello debemos asegurarnos de que todo el producto se encuentre bien organizado y este alejado en la medida de lo posible de la zona de operaciones.

Derrames

La mercancía que va embalada en bolsas o tambores fabricados en fibra queda expuestas al derrame de su interior cuando el producto es manipulado.

Rotura

La mercancía delicada puede sufrir roturas o abolladuras durante la manipulación. Ante este hecho el embalaje propicio es vital para evitar pérdidas o daños considerables. Y es precisamente en este aspecto donde las agencias de transporte deben destacar en su efectividad.

Fallos en la documentación

Otro de los riesgos que puede producirse en el transporte marítimo es el de cumplimentar de manera errónea los diferentes documentos que son necesarios tanto para el transporte como la entrada de mercancías. Para ello, es necesario asegurarse de cuales es la normativa vigente que será la encargada  de establecer la documentación necesaria para hacer llegar la mercancía a su destino sin fallos.

Los profesionales que se encarguen del transporte deben cerciorarse de que toda la documentación está correctamente completada y para ello es necesario que la empresa responsable de al profesional la correcta formación e indicaciones antes de iniciar el transporte.

Contaminación medioambiental

Además de que la mercancía pueda contaminarse como hemos mencionado es necesario establecer un control en aquellos productos que puedan resultar contaminantes para el medio ambiente. Es el caso de mercancía con tóxicos que en caso de sr introducidos en el medio marítimo puedan suponer una amenaza para las especies y el propio ecosistema del mar.