Emisiones en transporte marítimo – ¿Volver a lo básico?

El camino hacia la descarbonización no le está haciendo el camino fácil a los dueños de buques. Las emisiones en transporte marítimo plantean nuevos retos y desafíos cada día. En medio de una transición que no siempre encuentra las respuestas que la legislación poco a poco va imponiendo, una empresa de carga emergente se acerca a las nuevas disposiciones con una solución tan simple como evidente: retomar los pasos básicos inherentes a la construcción de buques.

Silcargo se adhiere al freno de las emisiones en transporte marítimo

Su nombre es Ceiba, mide 45 metros de largo y tiene un haz de 8 metros: La diferencia con el resto de la flota es que dispone de un motor totalmente eléctrico. A los efectos de asegurarse de evitar toda clase de emisiones en transporte marítimo, Silcargo, su empresa constructora, lo equipará con paneles y turbinas eólicas y baterías solares. De este modo, la totalidad de la energía que necesite provendrá de fuentes renovables.

Además de Silcargo, existen otras empresas comprometidas con el medio ambiente. Mira el caso de APL y reducción de las emisiones de carbono.

Las alternativas ya son una realidad

Silcargo se ha tomado muy en serio la consigna de reducir las emisiones de carbono. Con este ejemplo pretende no solo hacer efectivo el transporte de mercancías sin dejar una sola huella de carbono, sino también mostrarle al mundo que las alternativas a los combustibles fósiles son posibles y ya están entre nosotros.

¿Cómo funciona un barco eléctrico?

El barco es propulsado por dos hélices de paso variable. Un generador también forma parte de la dinámica de propulsión durante el trayecto de navegación.

El rol del motor se ve limitado a las instancias de maniobra o cuando no hay viento en el aire.

En cuanto a la carga del motor, esta tendría lugar a través del mismo viento y de la energía solar que recibe por medio de los paneles instalados en la cubierta. Estos recursos naturales servirán para alimentar la batería de litio. Dicha batería tiene la función de almacenar la energía para cuando no hay recursos disponibles que activen al barco. Es decir, son la reserva para los momentos en los que se la necesitará.

Gracias a este sistema, se puede eliminar la huella de carbono en el ambiente. Además, el barco ya no tendrá que pagar por combustible y las esperas en línea serán historia antigua.