
18 Oct IMO 2020 – qué es y cómo impacta al transporte marítimo
El transporte marítimo está a punto de sufrir un giro de ciento ochenta grados. Como si esto fuera poco, la afectación del IMO 2020 también llegará a otras industrias. La Organización Marítima Internacional (IMO) pondrá en vigencia a partir del 1 de enero de 2020 la reglamentación que limitará las emisiones de óxido de azufre en los buques.
De dónde surge la IMO 2020
Los buques portacontenedores utilizan el fueloil pesado como principal fuente de combustible de hidrocarburos. El fueloil deriva del petróleo crudo destilado, un combustible fósil que contiene azufre. Como consecuencia de la combustión dentro del motor, dicho azufre es liberado en la atmósfera. Es por ello que se hizo necesario la creación de la IMO 2o20 para así estipular un límite a tal contaminación.
Si bien ya existe una regulación de la OMI vigente desde el año 2005, el gran problema con el que la organización se ha topado a la hora de hacerlas cumplir son las vastas áreas de mar que se encuentran fuera de cualquier jurisprudencia.
Las emisiones de azufre que hoy son alrededor del 3,5% m/m, a partir del primero de enero quedarán limitadas al 0,5%. El límite será aún mayor en las ECA (Emission Control Areas), en donde la emisión no podrá superar el 0,1%. Las ECA están conformadasd por el Mar Báltico, el Mar del Norte, la zona de Estados Unidos del Mar del Caribe y ciertas zonas de Canadá y Estados Unidos.
Alternativas al fueloil pesado
Ante las limitaciones que entrarán en vigencia en pocos meses, las navieras ya tienen previsto sustitutos para el fueloil pesado. El gas natural licuado (GNL) es una de las mejores opciones, ya que logra una reducción del 90% en las emisiones en cuestión.
No obstante, ciertos buques deberán adaptar su infraestructura para poder usar el GNL.
Otra opción que se tiene en vista son los depuradores. Se trata de un sistema que logra limpiar la emisión de azufre antes de que esta sea lanzada a la atmósfera. Sin embargo, el problema que presenta este sistema es que el agua que limpia el combustible, termina yendo al mar.
Por último, los combustibles bajos en azufre (LSF) comenzaron a estar en alta demanda por la industria naviera. La solución que ofrecen es que su concentración es precisamente del 0,1%. La desventaja de esta opción es su alto coste con respecto a los depuradores.