Las mercancías sensibles a las temperaturas, como alimentos perecederos, congelados y productos farmacéuticos, entre otros, requieren embalarse en contenedores reefer.
Al momento de planificar el envío de productos por vía marítima hay una serie de consideraciones indispensables para optimizar el envío marítimo, evitar errores y garantizar el máximo beneficio.
El trasporte de mercancías supone una cantidad de procesos bien establecidos, pero cuando se trata del trasporte internacional de alimentos frescos supone además el cumplimiento de una serie de rigurosas normas que garantizan la preservación de la calidad e inocuidad de los productos.
Siempre que se transporten mercancías, para lograr una distribución óptima de los productos a nivel internacional, se necesita de un lugar donde almacenar la carga para que ésta llegue a su destino, sana y salva. A estos depósitos, apilables y resistentes, se les conoce con el nombre de contenedores.